domingo, 13 de mayo de 2018

Yo te cuento BuenosAires VII–Presentación de Santiago Rouaux

La imagen puede contener: 1 persona, de pie e interior


La tarea del escritor es una tarea solitaria. Quien alguna vez haya emprendido el desafío de escribir un poema, un cuento, una novela, sabe de las largas horas frente al papel o la pantalla, horas placenteras o tormentosas, según el momento, horas que muchas veces no tenemos y que robamos al trabajo, a la familia, a los amigos. Sin embargo, esa soledad tiene un tinte muy peculiar, ya que desde la primera línea, incluso antes, desde que empezamos a planificar la obra, tenemos en mente al lector, a ese futuro lector que algún día habrá de encontrarse con nuestro texto. Todo el proceso de escritura está puesto en función de ese momento fantaseado en que lector y texto finalmente se encuentren.
Se trata de una paradoja. Los escritores nos encerramos para entrar en contacto con otros. Y ese contacto no tiene nada que ver con la comunicación en el sentido técnico de la palabra, con la trasmisión de un mensaje, sino con otro tipo de aspiración, con la posibilidad de hacer vibrar una determinada fibra emocional en la caja de resonancia que es un lector. Construir un dispositivo capaz de producir tal efecto requiere tiempo y precisión; obliga a renunciar a la urgencia de lo inmediato.
Por supuesto, ningún texto será certero con todos los lectores. Ningún lector será sensible a todos los textos. Pero, cada tanto, un libro cae en las manos indicadas y, entonces, se produce un encuentro que atraviesa tiempo y distancia, un encuentro que justifica todo el esfuerzo de la escritura.
Queridos colegas cuyos cuentos fueron seleccionados para formar parte de la séptima edición de Yo te cuento Buenos Aires, hoy ustedes se realizan como escritores. No por los premios ni las menciones. Obtener el reconocimiento del medio literario es un agasajo bienvenido. Pero lo más importante es que sus cuentos, embarcados en estos tres mil ejemplares, zarpan hoy en búsqueda de nuevos lectores. Cada ejemplar tomará su rumbo, pasando de mano en mano, tocando puerto en distintas bibliotecas. Hago mío el consejo del poeta griego Cavafis y a cada uno le deseo que su viaje sea largo, lleno de aventura, lleno de experiencias.

jueves, 10 de mayo de 2018

Prueba de audio

Este es un audio